La mayoría de las veces, cuando se empiezan a consumir drogas, no se tiene conocimiento de los efectos y el nivel de adicción que su consumo pueden provocar en nosotros. Podemos llegar a pensar que “controlamos”, que “no dependemos de la sustancia” o que “no vamos a engancharnos”.
Las drogas, aunque al principio puedan producir una sensación que no nos acaba de convencer, terminan haciendo que nuestro cerebro aprenda que solo puede experimentar placer al consumir la cantidad necesaria de la misma, con lo que al final estas sustancias adictivas acaban dominándonos.
También hay que tener en cuenta que no todas las drogas generan en nosotros el mismo tipo de adicción, ni todas las adicciones son iguales. A la hora de experimentarlas, influyen diferentes factores como la genética, el compuesto químico de la sustancia o los hábitos de consumo.
A continuación os hablamos de siete de las drogas más adictivas que existen en función del ranking que elaboró el investigador David Nutt del London’s Imperial College, quien realizó una serie de mediciones para ver el potencial adictivo de ciertas sustancias y así obtener un índice de dependencia.
1. Heroína
La heroína es una droga opiácea elaborada a partir de la morfina. Se puede fumar, inhalar, aspirar o inyectar. Está vinculada con la marginalidad y la transmisión de enfermedades (si se consume compartiendo jeringuilla). La adicción que produce es tan intensa que aspectos como la higiene o la seguridad pueden pasan a un segundo plano.
Además, hay que tener en cuenta que hoy en día existen opioides sintéticos aun más potentes que la heroína, como es el caso del fentanilo.
2. Cocaína
La cocaína es una droga poderosamente adictiva que se hace a partir de las hojas de la planta de coca. La cocaína que se vende en la calle tiene el aspecto de un polvo fino blanco cristalizado.
Se puede aspirar, inhalar, fumar o inyectar. Las personas que consumen cocaína a menudo consumen la droga de forma repetida durante un período de tiempo breve y en dosis cada vez más altas para mantener el estado de euforia o subidón. Además, la cocaína puede producir daños irreparables en el cerebro.
3. Nicotina
La nicotina es un ingrediente del tabaco que puede conducir a la adicción. Esto explicaría por qué a muchas personas que consumen tabaco les resulta difícil dejar de consumirlo. Se basa en una adicción química alimentada por la adicción social. Como todos sabemos, el tabaco es, además de una de las drogas más adictivas que existen, una de las que más problemas de salud produce.
Si tienes problemas para dejar de fumar y quieres abandonar este hábito tan nocivo, te dejamos una serie de consejos aquí.
4. Metadona
La metadona se utiliza como producto de sustitución progresiva en el tratamiento de la adicción a otras drogas. Irónicamente, muestra un nivel de dependencia altísimo. Se utiliza como “mal menor” para el tratamiento de otras drogas que serían un “mal mayor”.
5. Cristal
Es una forma de metanfetamina que se presenta con aspecto de fragmentos de vidrio o piedras blancoazuladas brillantes. Se puede inhalar, ingerir, aspirar o inyectar. El subidón de esta droga comienza y termina rápidamente, es por ello que las personas a menudo toman dosis repetidas cada pocas horas.
6. Alcohol
Después del tabaco, el alcohol, es la droga con más accesibilidad: es muy fácil conseguir alcohol y consumirlo sin llamar demasiado la atención.
La #adicción al alcohol es lenta y sibilina. A diferencia de otras drogas, se puede estar consumiendo alcohol durante muchos años sin percibir o generar una dependencia. La otra cara de la moneda es que también se puede camuflar una dependencia al alcohol al amparo de la tolerancia de esta sociedad al consumo del mismo, o al falso cliché de que solo es alcohólico aquel bebedor que tiene necesidad de beber todos los días. La abstinencia de alcohol, en personas dependientes, llega a producir delirium tremens.
7. Benzodiacepinas
Las benzodiacepinas (Orfidal, Lexatin, Valium, …) son drogas potentísimas que rápidamente generan una dependencia muy difícil de superar sin ayuda especializada.
Como todas las drogas, los efectos de las benzos son muy distintos al principio que al final. Lo que en un principio nos ayudaba a conciliar el sueño o superar un mal trago, lo que en un principio tomábamos para estar mejor y bajo prescripción y supervisión médica, ahora lo consumimos simplemente para poder superar el día, y las dosis cada vez son mayores y parece que ya no mejoramos, que seguimos con el dolor que nos llevó en un principio al médico.
Si tienes un problema con una de estas drogas, no dudes en contactar con nosotros. Con ayuda, TODO ES POSIBLE.
