Adicción a las benzodiacepinas
Tratamiento de la dependencia a benzodiacepinas
“Si me lo ha recetado el médico no puede ser malo”. Ese tinte médico camufla riesgos. En Paduluce te guiamos con un tapering seguro y herramientas eficaces para recuperar el equilibrio.
El uso de benzodiacepinas (por ejemplo, Orfidal, Lexatin, Valium) suele justificarse por su origen médico: “si me lo recetaron, no puede ser malo”. Sin embargo, se trata de fármacos potentes que, con el tiempo, pueden generar dependencia y resultar difíciles de dejar sin ayuda especializada. Al inicio alivian el insomnio, la ansiedad o un momento de crisis; meses después, muchas personas sienten que los toman “para aguantar el día”, necesitan más dosis para el mismo efecto (tolerancia) y siguen con el malestar de fondo prácticamente igual.
Como ocurre con otras sustancias, los efectos cambian con el uso prolongado. Lo que empezó bajo prescripción y supervisión médica puede convertirse en una necesidad difícil de cortar por cuenta propia. Al intentar reducir de golpe pueden aparecer síntomas de abstinencia: ansiedad de rebote, irritabilidad, insomnio, inquietud, hipersensibilidad o somnolencia diurna con sensación de “niebla mental”. Por eso, el camino más seguro no es “cortar”, sino planificar.
En Paduluce (Madrid) ofrecemos tratamiento profesional para la dependencia a benzodiacepinas con un enfoque integral y seguro. Empezamos con una evaluación completa (historial de dosis y tiempos, combinación con otras sustancias, sueño, estado emocional y contexto familiar) y, a partir de ahí, diseñamos un plan de reducción gradual (tapering) coordinado. Este plan se ajusta a tu situación concreta y se revisa de forma periódica para minimizar molestias y riesgos.
Nuestro trabajo combina tres pilares:
- Tapering personalizado y coordinado
Reducimos de forma gradual y pautada, ajustando ritmos según respuesta y priorizando la seguridad. Cuando procede, coordinamos con tu médico para revisar fármacos y tiempos.
- Psicoterapia y herramientas para ansiedad e insomnio
No basta con bajar miligramos: hay que sustituir funciones. Trabajamos regulación emocional, técnicas de manejo de ansiedad, respiración, relajación muscular y mindfulness. Implementamos higiene del sueño (horarios, luz, rutinas, estímulos) y estrategias conductuales para conciliar y mantener el sueño sin depender de pastillas.
- Prevención de recaídas y apoyo familiar
Identificamos disparadores (estrés, rumiación, noches difíciles), planificamos respuestas alternativas y entrenamos habilidades para las horas críticas. Cuando es útil, involucramos a la familia para que acompañe sin sobrecargarse, con límites claros y una comunicación que cuide a todos.
A lo largo del proceso, medimos avance real: mejoría del descanso, reducción de somnolencia diurna, mayor claridad mental, manejo más estable de la ansiedad y recuperación de rutinas y actividades que aportan bienestar. Si aparece un bache o hay recaída, lo leemos como información clínica, reajustamos el plan y reforzamos apoyos. La meta no es solo “dejar las benzos”, sino recuperar calidad de vida con seguridad y autonomía.
En Paduluce creemos en una recuperación por fases y con visión de largo plazo, para que el cambio se mantenga. Te acompañamos con confidencialidad, respeto y un enfoque basado en evidencia.
Si necesitas dar el primer paso, estamos aquí para ayudarte. Primera cita gratuita y confidencial. Te escuchamos y te proponemos un plan claro para dejar la cocaína y recuperar tu vida. Puedes pedir tu cita, hablar por WhatsApp o llamarnos; el cambio empieza hoy.
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