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Tusi: la verdad incómoda detrás del polvo rosa

  • Foto del escritor: PADULUCE
    PADULUCE
  • 27 may
  • 9 Min. de lectura

Actualizado: hace 15 minutos


De un tiempo a esta parte el tusi, también llamado tussy o tusibí, ha copado los titulares de infinidad de informes, noticias, artículos de opinión, etc. Desgraciadamente, más que informar sobre esta “droga” (sobre qué es, qué efectos produce en el organismo humano, cuáles son sus interacciones con otros fármacos...) en la gran mayoría de casos el foco narrativo de estas publicaciones se ha centrado en alarmar sobre su peligrosidad de una forma harto simplista, cuanto no directamente peligrosa. Y es que simplemente echando un vistazo tanto en redes como en prensa se ve que en la actualidad reina una apabullante desinformación en torno a qué es o no es el tusi; una desinformación que afecta potencialmente a la salud de las personas que consumen drogas, ya que pone en riesgo sus vidas al suministrarles información no veraz sobre las drogas que toman. Además, esta misma desinformación puede convertir en ineficaces tanto las políticas públicas en materia de prevención del consumo tusi como, de forma análoga, dificultar el tratamiento de desintoxicación de aquellas personas consumidoras que quieran dejar de serlo.


Lo grave del caso es que esta serie de errores en los que se suele incurrir a la hora de informar acerca del tusi no solo son reproducidos por los medios de comunicación… sino que son también aparecen reflejados en parte de la literatura académica e institucional existente sobre drogas. Por ejemplo, el Plan Nacional Sobre Drogas, un organismo dependiente del Ministerio de Sanidad de España, tilda al tusi de “cocaína rosa”… cuando, tal y como trataremos de explicar a lo largo del presente artículo, el tusi poco o nada tiene que ver con la cocaína, sea rosa o no. Como también veremos más adelante, el tusi tampoco es lo mismo que el 2C-B o Nexus, una droga psicodélica que pertenece a la familia de las fenetilaminas, y con la que el tusi es comúnmente confundida.


1.      Entonces... ¿Qué es el tusi?

 

Lejos de ser cocaína o 2C-B, el tusi en realidad no es una única droga… sino varias. Este polvo, que se suele vender con un característico color rosa chillón y que se consume esnifado, no es una única sustancia psicoactiva, sino que en realidad el tusi suele estar formado por dos o más sustancias diferentes. Es, por lo tanto, una mezcla, un cóctel, una aleación cuya composición es relativamente estable, si bien no está exenta de cierta variabilidad. Por ello, para entender qué es el tusi, qué efectos produce y qué riesgos conlleva su consumo se debe comenzar por especificar cuáles son las sustancias que componen el tusi, qué efectos producen estas y, no menos importante, qué ocurre cuando dichas sustancias interactúan entre sí al ser consumidas a la vez.


1.1 Sustancias que componen el tusi: la labor de investigación de Energy Control


Para el caso español, quizá la mejor fuente para saber de qué esta compuesto el tusi sea la página web de Energy Control, un programa de reducción de riesgos y daños relacionados con el consumo de drogas que lleva en funcionamiento desde 1997 y que hoy en día cuenta con el apoyo y financiación de parte de diversas administraciones públicas tanto españolas como europeas, tales como el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, el Ayuntamiento de Madrid o la Generalitat de Cataluña.


Una de las principales labores que realiza Energy Control es su servicio de análisis de drogas, que surge con el objetivo de que las personas consumidoras de drogas conozcan exactamente la composición de la droga que pretenden consumir para así disminuir o incluso evitar riesgos innecesarios debidos, entre otras cuestiones, a una excesiva pureza, a que la droga haya sido cortada con sustancias nocivas o incluso que la droga analizada resulte ser otra sustancia totalmente diferente a la que en un principio se pretendía consumir. En este sentido, desde Energy Control existe una red de alertas con la que se avisa a la población si en un determinado momento aparece en el mercado una droga que, por cualquiera de estos motivos, resulta particularmente peligrosa. 


A través de este servicio de análisis Energy Control recabó un total de 124 muestras de tusi entre julio 2021 y abril de 2023. Según los resultados obtenidos, cerca del 40% de las partidas de tusi analizadas contenían ketamina, MDMA y cafeína, la combinación más repetida por delante del mix de ketamina y MDMA, presente en el 29% de las muestras examinadas. Por lo tanto, la ketamina (casi el 76%), el MDMA (67%) y la cafeína (51%) son las principales sustancias que suelen componer el tusi, si bien Energy Control advierte de que existe una gran variedad en lo que respecta a su concentración: por ejemplo, si bien el 75,80% de las partidas analizadas contenían ketamina, la cantidad de esta presente en el tusi iba desde el 2% al 64% de la misma, algo similar a lo que ocurre con las concentraciones de MDMA y de cafeína.


Por el contrario, de las 124 muestras recibidas por su laboratorio Energy Control asegura que “no hemos analizado ninguna muestra que contenga cocaína”, por lo que desde este organismo instan a que instituciones y medios de comunicación dejen de usar el nombre de “cocaína rosa” para referirse al tusi “porque puede dar lugar a errores en cuanto al imaginario colectivo sobre su composición”.


Que la ketamina, el MDMA y la cafeína sean las sustancias que aparecen repetidas más veces en los análisis no significa que estas tres drogas sean las únicas presentes en las muestras analizadas. El equipo de Energy Control ha encontrado en las partidas de tusi examinadas hasta catorce sustancias diferentes, sustancias que van desde el paracetamol y la lidocaína (ambos son medicamentos muy usados por la industria farmacéutica) a drogas menos conocidas, como puede ser el 4-CMC o el ya citado 2C-B, presente en 7 de las 124 muestras analizadas. Otras de las drogas encontradas en el estudio fueron las anfetaminas, la doxilamina (el principal principio activo de la Dormidina), el MDA o la metanfetamina.


Por lo tanto, la principal conclusión que se extrae de este conjunto de análisis es que cuando alguien consume tusi lo más probable es “que vaya a consumir MDMA, ketamina y cafeína, pero no siempre va a ser así”. Veamos ahora cuales son los efectos y principales características de estas tres sustancias principales.


1.1.1  Ketamina


La ketamina (2-chlorophenyl-2-methylamine-cyclohexanone) es una droga que fue sintetizada por primera vez en 1962 y que continúa utilizándose como anestésico en medicina (sobre todo en veterinaria, ya que su uso en humanos suele estar restringido tanto por motivos legales como por sus efectos disociativos). Se suele consumir tanto por vía oral como de forma esnifada, que es lo más común cuando la ketamina aparece mezclada junto a otras drogas en el tusi.


La ketamina una droga que produce efectos muy diferentes entre sí, variabilidad que entre otros factores viene dada por la dosis, la composición y pureza de la ketamina, el peso de la persona, etc. Entre los efectos que puede provocar a sus usuarios se encuentran: relajación, euforia, anestesia frente al dolor, sensación de incorporeidad, alucinaciones visuales, alteración en la percepción del tiempo…


Por otra parte, entre sus principales riesgos cabe hablar de: aumento del riesgo de caídas y accidentes, náuseas, vómitos, confusión o desorientación, así como efectos más graves como ansiedad, psicosis o daños irreversibles en el sistema urinario. Asimismo, tal y como aparece en la página web del Plan Nacional sobre Drogas, la ketamina “tiene un elevado riesgo de adición y una rápida tolerancia”.

 

1.1.2  MDMA


La 3,4-metilenedioximetanfetamina o MDMA es una droga sintética que fue sintetizada por primera vez en 1914. Por norma general el MDMA o éxtasis produce sentimientos de euforia, bienestar, empatía, cercanía con las personas, desinhibición, aumento o distorsión de las percepciones sensoriales (particularmente del tacto, la vista y el oído) y algunas personas consideran que presenta ciertas propiedades afrodisiacas. Si bien estos son algunos de los efectos buscados por los consumidores, el MDMA también puede producir mareo, ansiedad, depresión, bruxismo, deshidratación, sudoración excesiva, hipertensión y problemas o anomalías cardiacas. El MDMA puede producir efectos tóxicos muy graves que pueden llegar a ser letales.


Asimismo, los estudios sobre el MDMA indican que su consumo continuado a lo largo del tiempo o en dosis excesivas puede conllevar la aparición de múltiples problemas de salud, entre los cuales destacan:


  • Empeoramiento de enfermedades previas como la diabetes, la epilepsia, ciertos trastornos psiquiátricos o cardiopatías.

  • Depresión, ansiedad y aparición de ataques de pánico.

  • Trastornos del sueño.

  • Pérdida de apetito.

  • Psicosis y agresividad.

  • Alucinaciones.

  • Deterioro de la memoria.


Si quieres saber más sobre el MDMA pincha aquí.


1.1.3  Cafeína


Por sus propiedades, el empleo de cafeína es muy frecuente como corte de drogas estimulantes como pueden ser la cocaína o el MDMA. Esto se debe a que la cafeína es una sustancia barata y muy fácil de obtener, ya que su compraventa en estado puro (normalmente en forma de polvo) es totalmente legal.  De ahí el interés de los vendedores de drogas en usar cafeína: potencia los efectos estimulantes de la droga cortada y, del lado de la oferta, venderla resulta más barata que si la droga fuera más pura.


Tal y como aparece en la página web del colectivo Échele Cabeza, la cafeína "puede incrementar episodios de ansiedad, irritabilidad, insomnio, sudoración, taquicardia y diarrea". Además, su consumo constante en el largo plazo puede ocasionar no pocos problemas de salud, tales como úlceras gástricas o disfunciones cardiacas, e incluso su consumo excesivo se ha asociado a diversos tipos de cáncer.


Y es que, aunque la cafeína esté incorporada en nuestra vida diaria como parte de nuestra dieta, no hay que olvidar que esta sustancia es una droga que produce tolerancia, adicción y que presenta un síndrome de abstinencia asociado a su consumo continuado.


2.      Principales interacciones entre la ketamina, la cafeína y el MDMA.


Cuando se consumen dos o más drogas (el llamado policonsumo) no solo hay que tener en cuenta los posibles efectos de las drogas ingeridas... sino también sus combinaciones. En materia de drogas, el todo siempre es mayor que la suma de sus partes, y esto es precisamente lo que ocurre con el tusi, una mezcla de por sí.


Tanto el MDMA como la cafeína son sustancias estimulantes, por lo que consumidas conjuntamente se produce una potenciación mutua de sus efectos... y de su toxicidad. Además, también es muy importante el hecho de que el tusi suela esnifarse, ya que por esta vía el MDMA presenta efectos algo diferentes a los conseguidos si se consume por la vía oral: el éxtasis esnifado suele tener un "pico de subida" mucho más rápido, sus efectos duran menos y, precisamente, los efectos estimulantes priman sobre los psicodélicos o empatógenos.


Al ser consumida de forma conjunta junto a estimulantes como el MDMA o la cafeína, los efectos psicotrópicos de la ketamina se pueden ver reducidos en parte. Tal y como se advierte desde Energy Control, "el hecho de que los efectos de ambas sustancias se contrarresten puede facilitar que se acaben consumiendo mayores cantidades de cada una de ellas, favoreciendo el desarrollo de tolerancia y adicción en personas que consumen habitualmente".


Pero, como ya hemos visto, el tusi no siempre contiene ketamina, MDMA y cafeína, o no exclusivamente... por lo que en el caso del tusi todas las precauciones son pocas: si no se analiza la droga es imposible saber qué contiene exactamente, lo que sin duda aumenta los riesgos de sufrir complicaciones.


Por ser, quizá, una de las mezclas más comunes por la facilidad de su acceso, es importante destacar que el consumo de tusi y alcohol de forma conjunta es harto riesgoso, pues tanto la ketamina como el MDMA no combinan muy bien con él. En el caso de la ketamina, el alcohol potencia los efectos depresores de la droga, lo que puede producir sedación, problemas respiratorios, caídas... y un largo etcétera de dificultades. Por su parte, el MDMA consumido junto a bebidas alcohólicas aumenta los riesgos de sufrir deshidratación o incluso un golpe de calor, por lo que es una práctica harto peligrosa, sobre todo si se consume en sitios calurosos, poco ventilados y mientras se realiza actividad física.


3.      ¿Por qué se suele confundir al tusi con el 2-CB?


Aunque, como ya vimos, desde Energy Control se han detectado muestras de tusi que efectivamente contenían 2-CB, esta droga y el tusi no son lo mismo. Lo curioso del caso es que esta equivocación solo se ha producido en países de habla hispana, ya que viene dada por un error fonético: 2C-B se pronuncia en inglés de forma muy similar a "tusibí", que es otro de los nombres del tusi. En su caso, el 2C-B es una droga derivada de la familia de las anfetaminas que produce efectos a caballo entre los del MDMA y los del LSD.


4.      Prevalencia de consumo de tusi en España


Según la Encuesta EDADES, elaborada de forma anual desde el Plan Nacional Sobre Drogas (PNSD), para el año 2024 el 0,7% de la población comprendida entre los 15-64 años en España reconoció haber consumido "cocaína rosa" al menos una vez en la vida. Sin embargo, como ya hemos explicado, este nombre conlleva a error, ya que ni siquiera es posible saber con seguridad si con esta denominación desde el PNSD se refieren al tusi, al 2C-B... o incluso a ambas drogas.


Como se puede apreciar en esta y otras tantas publicaciones disponibles en internet, el consumo de tusi es un fenómeno reciente que necesita de mayor investigación por parte de los organismos públicos dedicados a la prevención y control del consumo de drogas. El uso del término "cocaína rosa" debe ser evitado, tanto por entes públicos como por medios de comunicación y profesionales de la salud, pues no se corresponde con la realidad.





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