Cada vez más, el consumo de esta sustancia está de moda entre los jóvenes. Para hacernos una idea, según el Instituto Nacional de Abuso de Drogas (INAD) en el 2015, más de 11 millones de jóvenes de entre 18 y 25 años reportaron que habían consumido marihuana el año anterior.
Los jóvenes están todavía en crecimiento neuronal y el #cannabis puede afectar a su desarrollo. Es por esto, por lo que debemos estar alerta y saber reconocer los efectos del consumo de esta sustancia. Para ello, a continuación os contamos algunas claves para detectar el consumo de marihuana en nuestro alrededor, en nuestros hijos por ejemplo, pero primero debemos entender qué es la marihuana.
Lo primero que tenemos que saber es que cuando hablamos de la marihuana podemos referirnos a ella de muchas maneras diferentes: “cannabis”, “hierba”, “porro”, “peta”, “mota”... son algunos de los nombres más conocidos. De un tiempo a esta parte, también se han popularizado los llamados "concentrados de marihuana", mucho más potentes que la planta en sí.
El #cannabis es una planta herbácea que florece una vez al año y que cuenta con individuos machos y hembras, es decir, se trata de una planta dioica. El término marihuana se refiere a las hojas secas, flores, tallos y semillas de la planta Cannabis, la cual contiene una sustancia química llamada Tetrahidrocannabinol (THC), entre otras sustancias, que provoca alteraciones mentales. También contiene Cannabidiol (CBD), una sustancia cuyas supuestas propiedades medicinales son a día de hoy objeto de controversia.
En la siguiente imagen de NIDA podemos ver sobre qué partes del cerebro actúa el THC (en amarillo).
Cuando la persona consume marihuana, esta sobreestimula ciertas áreas del cerebro generando euforia en la persona... para más tarde, por lo general, terminar produciendo un estado de relajación y tranquilidad. Como vemos en la imagen, afecta a zonas del cerebro que alteran la coordinación, los movimientos, la memoria, la visión, las sensaciones, el juicio y los estados de ánimo.
Una vez explicado qué es la marihuana vamos a ver algunas claves que te ayudarán a detectar el consumo de esta sustancia en adolescentes:
Mirada perdida: Cuando una persona consume marihuana puede estar distraída y con la mirada en otro sitio.
Enrojecimiento de ojos y uso de vispring mayor del habitual: El THC provoca una disminución de la presión arterial, produciendo la dilatación de los vasos sanguíneos, aumentando el flujo. Este aumento permite que la sangre circule con mayor libertad y es por ello que los ojos se ven más enrojecidos. El uso de vispring puede aliviar el picor y la irritación quitando el enrojecimiento de los ojos.
Desinhibición: La marihuana permite que la persona que la consume se manifieste y exprese con mayor naturalidad dejando a un lado la vergüenza.
Problemas de concentración y memoria reciente: Dificultades a la hora de centrarse y recordar situaciones o sucesos que hayan ocurrido hace poco.
Apetito excesivo: El cannabis aumenta el apetito y la sensación de hambre.
Uso de ambientadores y caramelos o chicles mayor del habitual: La marihuana tiene un olor muy fuerte y con el uso de ambientadores o chicles se puede camuflar.
Insomnio: Una vez que se pasan los efectos de la marihuana, puede provocar problemas para conciliar el sueño o despertares nocturnos.
Disminución de la atención: No solo disminuye la atención mientras están presentes los efectos de la marihuana, si no que puede desarrollarse a largo plazo también.
Descoordinación y reducción de la capacidad de reaccionar ante estímulos.
Utilización de objetos como grinder o pipas de fumar: Se trata de instrumentos específicos para el consumo de marihuana.
Paranoias y alucinaciones: La marihuana puede provocar alucinaciones o delirios e incluso puede despertar brotes psicóticos.